Vive Andalucía-Cádiz

Un pequeño recorrido por esta hermosa tierra Gaditana. Cádiz - Cádiz

jueves, 22 de noviembre de 2012

Iglesia de Santo Domingo



El convento de Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo (también llamada la iglesia de Santo Domingo) de Cádiz (España), emplazado en el borde del casco histórico, en las proximidades del puerto, desde una perspectiva histórica, es el edificio religioso gaditano de mayor vinculación americana desde el momento de su fundación, al ser el objetivo de ésta el alojamiento de los dominicos que iban y volvían del otro extremo del Atlántico. Es de estilo manierista tardío, con elementos barrocos.
Sobresalen del conjunto, además de la iglesia, el gran patio claustral y la capilla de la Venerable orden Tercera.
Desde el punto de vista artístico es contenedor de importantes obras barrocas de mármol de procedencia genovesa, fundaméntales testimonios de las intensas relaciones comerciales y artísticas establecidas entre Cádiz y Génova en los siglos XVII y XVIII.
En 1630, tras varios intentos de fundación, la orden dominica estableció en Cádiz un hospicio. Lograron fundar su Convento el 14 de julio de 1635 gracias a la compra de casas y solares, junto una localización denominada "del boquete" (lugar que había sido un muladar y donde los asaltantes anglo-holandeses habían arrojado la imagen de la Virgen del Rosario en 1596) cercano a las murallas.
Obtener los permisos pertinentes para la edificación fue posible gracias al obispo diocesano el 5 de septiembre de 1643, y posteriormente el de la autoridad militar, ya que por la proximidad de las obras a las defensas de la ciudad era necesaria la autorización del Duque de Medina-Sidonia. Éste concede el permiso el 16 de noviembre de 1645.
La construcción del convento dio comienzo a finales de 1645. La comunidad dominica concierta con los alarifes Juan Ruiz y Pedro Martínez la cimentación de la iglesia. La edificación de la iglesia no comienza hasta el 21 de junio de 1652, fecha en la que se concierta su construcción con los alarifes Antón Martín Calafate y Bartolomé Ruiz. Fue concluida por Luis de Lojo en 1666.
El convento alcanzó gran prestigio en el campo de la enseñanza, ya que desde 1681 acogió una casa de estudios, recopilando una importante biblioteca perdida con la exclaustración.
A mediados del siglo XVIII la iglesia fue reformada, por lo que se incluyó una abundante decoración de yeserías. Tras sufrir graves daños al ser incendiada en dos ocasiones (en 1931 y en 1936), fue restaurada entre 1945 y 1948 bajo la dirección de Aurelio Gómez Millán.